El deporte formativo amateur, en manos del mercantilismo
Comencemos con el estudio de un caso: un entrenador de fútbol base, con instrucciones claras de su coordinador, «haz lo necesario para subir de categoría» toma la decisión de contar con 11 niños titulares y olvidarse un poquito del resto. Padres y niños aceptan el juego, al fin y al cabo es lo normal ¿no? El deporte te prepara para la vida, dicen.
¿Te resulta familiar esta situación? Para muchos padres es perfectamente asumible, aunque sus hijos jueguen en el Alevín del equipo de su ciudad o del club de su barrio y paguen una cómoda cuota en varios plazos.
El fútbol base, las canteras de clubs profesionales y semi-profesionales se han considerado tradicionalmente como cuna del talento futbolístico. Pero en estos años han sido objeto de continuas controversias debido a la vergonzosa utilización de los niños en el negocio lucrativo que se ha creado entorno al fútbol (y otros deportes masivos).
En este artículo, examinaremos prácticas cuestionables que han empañado la integridad del deporte base, exponiendo la importancia de proteger a los jóvenes deportistas.
Nos referimos tanto a los numerosos casos sancionados por la FIFA y otros organismo oficiales como a las malas praxis en los equipos de barrio que se mantienen en el anonimato.
Fe de esto último, pueden dar el 99,99 % de las familias de jugadores que sufren los contratiempos de este modelo mercantilista montado alrededor del fútbol y dicho sea de paso, todos permitimos en mayor o menor grado.
El fútbol base: Un camino hacia los sueños
Las canteras han sido históricamente el punto de partida para muchos futbolistas profesionales. Desde una edad temprana, los niños con mayor desempeño son reclutados por clubes profesionales, quienes los guían y forman en busca de un futuro prometedor.
Sin embargo, en la mayoría de casos, este proceso ha sido distorsionado y explotado en beneficio de intereses comerciales. Se sumergen a los niños en un mundo de adultos y perdemos de vista el ámbito lúdico y formativo.
Las escuelas de fútbol base copian el modelo formativo de las canteras. Las competiciones oficiales se impregnan del juego competitivo profesional.
Véase el caso de numerosas APP que emulan competiciones oficiales, gestionando tablas clasificatorias, ascensos, descensos, estadísticas de todo tipo, como máximos goleadores, titularidades, datos personales de niños, … se llegaron a publicar incluso minutos disputados. Vestimos a niños con ropa de primeras marcas y automáticamente sentimos que tenemos a una futura promesa en casa.
A los jugadores se les utiliza mientras sirvan a un propósito
Uno de los problemas más preocupantes en el fútbol base es su orientación a los meros resultados deportivos. En el sentido de contar con determinados niños sólo si su desempeño ayuda al club a ascender o ganar, a imagen de lo que sucede en el mundo de los adultos .
Muchos clubes y academias priorizan el éxito deportivo y la obtención de beneficios económicos sobre el bienestar y desarrollo integral de los niños.
Los jóvenes talentos futbolísticos son sometidos desde tempranas edades a una intensa presión, entrenamientos excesivos, falta de tiempo para el descanso y la educación, y se les priva de una infancia tranquila. A la larga esta exposición temprana a tan alta competitividad puede generar graves consecuencias para su salud física y emocional.
El fútbol formativo, una responsabilidad de toda la sociedad
El grado de la influencia del dinero en las escuelas de fútbol infantil y juvenil es algo que debiera estar regulado. Algunos han visto en la alta demanda de padres en tener un futbolista profesional en sus casas un auténtico filón. Las escuelas de fútbol han pasado de ser lugares de formación y desarrollo deportivo a convertirse en un lucrativo negocio.
Las matrículas y los costos asociados con el entrenamiento, las competiciones y los viajes se han disparado, las costean las familias, algunas incluso en situaciones económicas difíciles. Existen psicólogos infantiles del deporte, coach, preparadores físicos, escuelas de tecnificación, clubes, … entre los que se cuentan a grandes profesionales y a otros no tanto.
Además, la búsqueda de talento se ha convertido en una carrera para los clubes, quienes se preocupan más por encontrar jóvenes promesas que por brindar una educación sólida y un entorno saludable.
Los efectos negativos en los niños
La utilización de los niños en el fútbol base tiene consecuencias negativas para su desarrollo personal y emocional.
La presión constante por destacar y el énfasis en el rendimiento a menudo generan ansiedad, estrés y una sensación de falta de valía.
El foco no está tanto en la autosuperación o rendimiento personal, si no en la comparación con los demás. Además, al centrarse únicamente en el fútbol, los niños pueden perder oportunidades de experimentar otras actividades y desarrollar otras habilidades en otros deportes en otras actividades.
La necesidad de proteger a los / las jóvenes futbolistas
Es esencial que se tomen medidas para proteger a los jóvenes futbolistas y preservar la integridad del fútbol base.
Los clubes, fundaciones y las escuelas deberían priorizar el bienestar y desarrollo integral de los niños sobre el éxito deportivo y los beneficios económicos.
Esto implica cuidar al deportista emocionalmente, y otras acciones en este sentido como limitar el número de horas de entrenamiento, proporcionar tiempo para el descanso y la educación, y fomentar una cultura de apoyo y respeto en lugar de una de competencia desmedida.
La vergüenza asociada con la utilización de los niños y el negocio que rodea al fútbol base es un tema que no puede ser ignorado pero que no interesa tratar.
Es responsabilidad de todos los actores involucrados, desde los clubes y las escuelas de fútbol hasta los padres y las autoridades deportivas, abordar esta problemática y trabajar en conjunto para proteger a los jóvenes futbolistas.
El fútbol base debería ser un entorno en el que los niños puedan disfrutar y desarrollarse tanto en el deporte como en su vida personal, sin ser utilizados como meros instrumentos para el beneficio económico de otros.
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