Uno de los problemas que conlleva la utilización de hojas de cálculo a la larga es que conforme crecen en tamaño y tiempo de utilización, se vuelven más lentas y ocupan más espacio.
Rangos mal definidos, utilización errónea de fórmulas, formatos, exceso de cálculos automáticos, tablas dinámicas, … hacen que acciones simples como insertar una fila tarden más de lo adecuado.
Todo es debido a que Excel para hacer un único cambio ha de recalcular y revisar la totalidad del rango activo.
Existe complementos y herramientas de terceros que automatizan las labores de mantenimiento de las plantillas de Excel, pero vamos a ver un sencillo truco que nos permitirá manualmente reducir considerablemente el tiempo de trabajo y el tamaño de nuestros archivos de Excel.
El proceso es bien sencillo, pues consiste en abrir un libro nuevo dónde moveremos una a una las hojas de cálculo de nuestro libro maltrecho.
La hoja que tarde más en copiarse es la que contendrá algún tipo de error. La mayoría de las ocasiones suele solventarse copiando los rangos de las tablas con datos en lugar de la hoja entera.
